Semillas de aquí y de allá La Cocina abierta. La semilla fermentada, colonialismo y extractivismo.
En La Cocina abierta seguimos relacionando memorias y saberes locales, y, de la mano de la narradora visual ecuatoriana Isadora Romero y del colectivo Eixarcolant, dedicamos esta sesión a la sangre que hay detrás de los saberes que desaparecen y la honra a los saberes que se recuperan.
Isadora nos presentará La sangre es una semilla, un vídeo que, a través de historias personales, cuestiona la desaparición de las semillas, la migración forzada, el racismo, la colonización y la consiguiente pérdida de conocimientos ancestrales.
Eixarcolant nos hablará de la importancia de las semillas locales (tanto de plantas silvestres comestibles, como de variedades agrícolas tradicionales) y de los conocimientos populares asociados para recuperar la soberanía alimentaria. Además, también nos hablará del derecho de los pueblos a elegir libremente lo que cultivan y lo que comen. Una soberanía en estado crítico fruto de la globalización de los sistemas agroalimentarios, del poder de la agroindustria, y de los lobbies de las semillas y los agroquímicos. Una soberanía, asimismo, que podríamos recuperar con facilidad si somos capaces de conservar las semillas locales y hacer que vuelvan a ser protagonistas de los campos, las tiendas y las cocinas. Y es precisamente por eso por lo que Eixarcolant reivindica las plantas olvidadas como herramientas de cambio; semillas de cambio para hacer crecer un nuevo futuro.
Acompañaremos la conversación con una cata de galletas Eixarcolant, elaboradas con plantas silvestres y un té de flores silvestres olvidadas de Montjuïc.
La sangre es una semilla es un vídeo narrado por Isadora Romero y su padre, y se basa en su memoria, así como en sus propias percepciones de las transformaciones experimentadas por los pequeños agricultores en las tres últimas generaciones. Se compone de fotografías digitales y de película, algunas de las cuales fueron posteriormente intervenidas en dibujo por su padre. En un viaje a su pueblo ancestral de Une, Cundinamarca, Colombia, buscó conocer su historia y explorar los recuerdos olvidados de la tierra y los cultivos, así como de su abuelo y su bisabuela, que eran “guardianes de las semillas” y cultivaban diversas variedades de papas.
Aunque el proyecto es una exploración del pasado, utiliza técnicas contemporáneas —juega con los paralelismos entre los códigos genéticos y los códigos binarios de las fotografías digitales— con el fin de hacer un llamado a preservar estos conocimientos ancestrales para el futuro.
Si tienes alguna duda, puedes contactarnos a través de macba [at] macba [dot] cat o por teléfono al 93 481 33 68.
