En 1988, en plena crisis del sida, once artistas comprometidos creaban en Nueva York un grupo de acción directa para luchar contra esta enfermedad y el estigma social con la que se castigaba: Gran Fury. Surgidos como una escisión del grupo ACT UP, produjeron folletos y campañas, convocaron manifestaciones, llenaron las calles con carteles proclamando que besarse no era delito y se valieron de todo tipo de estrategias de agitprop para desafiar datos médicos, juicios morales y realidades políticas. Convencidos, como proclamaron en algunas de sus acciones, que "El arte no es suficiente", fusionaron acción artística y activismo social para llegar a más colectivos. Como otras imágenes generadas por el Gran Fury, la icónica bandera americana con calaveras en lugar de estrellas describe, de forma tan efectiva como directa, cuál era la realidad del país a manos de políticos como el presidente Bush. Gran Fury se disolvió en 1995.

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