Lawrence Weiner ha dejado una huella decisiva en la redefinición del objeto artístico llevado a cabo por el arte conceptual desde los años sesenta. Ya en 1969 publicaba una declaración de intenciones que ha resultado fundamental para buena parte de las prácticas del arte y que se resumía en uno de sus cuatro puntos: “La obra no tiene por qué ser realizada”, sólo tiene que ser pensada o formulada conceptualmente. Fiel a este principio, Weiner focalizó su producción en sentencias lingüísticas, que él consideraba esculturas, como la que produjo para el MACBA en el año 2004 y que durante unos años ha ocupado la pared del atrio del edificio del museo. Con una gran habilidad, Weiner se vale de seis breves sentencias lingüísticas y cuatro signos matemáticos básicos para describir, de forma tan precisa como poética, nuestra relación con los objetos y con el mundo.

OBRAS EN LA COLECCIÓN DE LAWRENCE WEINER

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