Olvida todas las convenciones del cine. Cuando en los Encuentros de Pamplona de 1972, Isidoro Valcárcel Medina presentó La celosía, dijo a la prensa: “En 1957 Alain Robbe-Grillet publicó La celosía. En 1972 Isidoro Valcárcel la ha llevado al cine”. Exponente de aquellos años de vanguardia y riesgo, había traspasado el libro de este novelista francés a la pantalla, literalmente. Y es que la única escena del filme son fragmentos mecanografiados de la novela que van avanzando lentamente. Aunque los fragmentos son en francés y en castellano, las voces que los leen suman diferentes lenguas. Valcárcel sobrepone voces múltiples hasta que resultan ininteligibles disociando al mismo tiempo lo que se escucha y lo que se lee. Emula así el contenido del libro de Robbe-Grillet, La jalousie, título que, en francés, mantiene la polisemia entre el concepto “celos” referido a envidia y “celosía”, este enrejado de listones situado en una abertura que permite ver sin ser visto. El libro rompe todas las convenciones de la novela presentando a un marido obsesivamente celoso que es incapaz de distinguir los hechos reales, de los hechos imaginados por su mente. Valcárcel construye un ejercicio de disociación fílmica que experimenta sobre la duración del plano. Toda la potencia experimental de uno de los artistas referentes del arte conceptual español en escena. Puedes ver la obra en la exposición de Colección.

OBRAS EN LA COLECCIÓN DE ISIDORO VALCÁRCEL MEDINA

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