Esta propuesta aspiraba a ser continuista con las ideas y lógicas del plan de ordenación del Raval de 1980 —que dirigió Lluís Clotet, en colaboración con Òscar Tusquets, Francesc Bassó y otros arquitectos, denominado Del Liceu al Seminari— y que ha definido la plaza, dotándola de su carácter único y singular. Se concebía así, esencialmente, como un fragmento más añadido a la serie de cuerpos que envuelven la plaza. Un nuevo edificio aparentemente independiente, pensado para complementarse y dialogar con este conjunto heterogéneo.

El punto de partida de esta propuesta se centraba en la idea de construir una nueva arquitectura junto al Convent dels Àngels que, por un lado, asumiera los valores de continuidad propios del entorno histórico y, por otro, supiera integrar la discontinuidad formal y constructiva de la arquitectura del edificio Meier. Como un texto escrito con elementos de los diferentes momentos de la historia del Raval y el máximo respeto por las estructuras consolidadas, la propuesta apostaba por construir un conjunto unitario compuesto por edificios de diferentes épocas y estilos, cosidos por un recorrido peatonal que abarcaba todo su perímetro.

A través de una estrategia de constelaciones y consolidaciones, este proyecto buscaba integrar más plenamente el museo en la ciudad circundante para que los espacios de la Plaça dels Àngels y sus alrededores pudieran entablar una relación de complicidad. La construcción de un nuevo cuerpo de salas de exposición, incorporando y relacionándose con los espacios del Convent dels Àngels, apuntaba a conformar un conjunto rico y diverso de nuevos espacios de arte. Además, proponía, la adición de un cuerpo escalonado como mirador al espectáculo urbano de la plaza.

Más que una simple expansión del museo, este proyecto proponía fundir la identidad del museo con la identidad del lugar. La propuesta consistía en crear un campus para el MACBA. La Plaça dels Àngels se convertía así en una extensión del propio museo, un punto de llegada y centro unificador de los diferentes edificios que conformarían el nuevo conjunto museístico. El nuevo edificio completaba y ampliaba el histórico convento, que se iba a restaurar. El diseño tenía como objetivo crear un edificio público radicalmente sostenible.