Asociada al desplazamiento y a la transformación, la maleta ocupa un lugar significativo en el imaginario del viaje. ¿Qué contiene este objeto tan universal? ¿Qué se esconde en su interior? Contra lo que pueda parecer, no todas las maletas están destinadas al viaje. Algunas tienen la densidad de la metáfora y la polivalencia de los símbolos. Antes de irnos de vacaciones, hemos abierto algunas de las maletas de la Colección MACBA. Hemos encontrado maletines que nunca se desplazan solos, como Tándem (1986, 1988) de Joan Brossa y bolsas oníricas, como La maleta (1994) de la serie Apariencias de Eulàlia Valldosera, que vacía una maleta como si vaciara el inconsciente: con cuerpos troceados de corte surrealista y productos farmacéuticos. Algunas maletas han optado por convertirse en contenedores de paisaje, como Pasillo Munich (2001) de Chema Alvargonzález. Y otros, como Isabel Banal en La maleta [azul] de W. B., evocan las maletas del exilio, cuando el mismo equipaje contiene la existencia. Unos y otros muestran objetos unidos por lazos invisibles alrededor de significados universales. ¡Buenas vacaciones!

Otras maletas