Tras la inmaterialidad de los conceptualismos y la frialdad del minimalismo, ya en los ochenta, una parte del arte regresa a la figuración y a un nuevo expresionismo agitado y salvaje. En contextos geopolíticos diferentes, artistas como Jean-Michel Basquiat, A. R. Penck y Miquel Barceló o Ferran Garcia Sevilla constatan la fuerza del gesto y la radicalidad de la queja. Si aún no has visto la Colección MACBA, puedes venir a conocer, en vivo, la contundencia de la pintura de A. R. Penck, este pintor, escultor y percusionista nacido en la Alemania del Este que se protegió con un pseudónimo para poder exponer fuera de su país sin ser perseguido. Ralf Winkler adoptó el nombre del geólogo alemán Albrecht Penck, autor del libro Die Alpen im Eiszeitalter (Los Alpes en la Edad de Hielo, 1909). Además de una estrategia de anonimato, era también una forma de hacer visible que construía su producción artística como una crítica a la «época helada» de la Guerra Fría. Testimonio de un tiempo, su pintura universaliza la capacidad de rebelión de la condición humana.

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