A Full Empty, 2018

Serafín Álvarez recurre a la ciencia ficción como un modo de presentar lo no humano y de abordar el viaje hacia lo desconocido. Le fascina el momento en el que un protagonista abandona su hogar y se adentra en un mundo ignoto, iniciando así un desplazamiento físico que supone también un cambio interior, una metamorfosis. Un viaje del que volverá transformado. A Full Empty parte de la forma en que se ha representado ese momento en el cine de ciencia ficción. Álvarez realiza un vídeo con tecnología de videojuego 3D en tiempo real. La cámara muestra un largo trávelin hacia atrás a través de un extraño paisaje brumoso acompañado de una música que aumenta la sensación de misterio. Árboles, rocas, piedras y arroyos se mezclan con bidones oxidados, coches abandonados y otros elementos de desecho de un pasado industrial. ¿Es un paisaje poscatástrofe? ¿Resultado de un meteorito? ¿De un accidente nuclear? Los vestigios del camino abren distintas narrativas posibles sobre las que solo podemos especular. Un inquietante recorrido contemplativo sin solución final.
Como en otros trabajos, Álvarez se vale de múltiples referencias cinematográficas, televisivas, de videojuegos y literarias. «Esta obra está basada en dos textos de ficción: la película Stalker de Andréi Tarkovski y, en especial, la novela Roadside Picnic de los hermanos Strugatsky, en la que Tarkovski basó su película. Ambos textos tratan sobre una zona prohibida, de acceso restringido para los humanos y que desarrolla su propia ecología; y mientras hacía ese vídeo me encontré pensando en cómo sería el planeta cuando ya no estuviéramos aquí. (...) En Roadside Picnic los científicos que estudian la zona prohibida la exploran con mucho cuidado porque está llena de trampas mortales. Han desarrollado unas hoverboots con un sistema «memorizador de rutas» que, una vez finalizado un viaje de exploración a la zona, les permite volver sobre sus propios pasos de forma automatizada para reducir el peligro, deshaciendo exactamente el mismo recorrido que hicieron en el camino de ida y, por lo tanto, sin caer en las trampas que ya han conseguido sortear. El vídeo está influido por ese viaje de vuelta automatizado tras haber entrado en un lugar extraño en busca de algo.»