El diario de clausura de Anne-Lise Coste
Recluida voluntariamente durante unos días, sus dibujos condensan parte de sus pensamientos recurrentes.
En el invierno de 2010, Anne-Lise Coste quiso recuperar la vivencia de cierre que había experimentado cuando era adolescente y estuvo sometida a un tratamiento clínico que la recluyó temporadas en un hospital. Evocando los cinco años que duró la enfermedad, se encerró durante cinco días. El resultado fue una serie de dibujos con una fuerte carga poética pero también obsesiva, con imágenes recurrentes como la casa, la cama, la habitación, la figura de la cruz y la arquitectura del edificio. Con un trazo que mantiene la inmediatez del grafito, su diario de clausura suma emotividad pero también ironía y rebelión. ¿Cuáles serían las imágenes de nuestro confinamiento?
