The Anabasis of May and Fusako Shigenobu, Masao Adachi, and 27 Years without Images, 2011

Fusako Shigenobu fue fundadora y líder de un grupo de extrema izquierda llamado Ejército Rojo Japonés e implicado en varias acciones terroristas. Buscada por las autoridades niponas, se ocultó durante casi treinta años en Beirut, donde nació su hija May. May creció en el Líbano y no conoció Japón hasta que tenía 27 años, tras el arresto de su madre en el año 2000. Masao Adachi, el tercer personaje central del film, es un guionista y cineasta japonés muy crítico que había sido activista del Ejército Rojo Japonés y la causa palestina. Creador legendario de la vanguardia nipona de los años sesenta, exiliado también en el Líbano, finalmente fue extraditado a Japón. Masao es un teórico del fûkeiron o «teoría del paisaje», una teoría fílmica y un movimiento de cineastas que filman el paisaje convencidos de que este revela mejor las estructuras del poder que las imágenes de las personas.

Desde los tiempos de Jenofonte, la anábasis es el nombre que se da al viaje, lleno de contratiempos, de regreso al lugar de origen. La Anábasis o Expedición de los diez mil relata la expedición de Ciro el Joven y el retorno de los diez mil mercenarios griegos (401-399 aC) a través de la meseta de Armenia hacia el Mar Negro. Contratados como mercenarios por este príncipe persa para usurpar el trono a su hermano Artajerjes II, fueron abandonados a su suerte.

Rodada en súper 8 y aplicando la teoría fílmica de Masao Adachi sobre el fûkeiron, las vistas contemporáneas de Tokio y de Beirut adquieren un papel central y se van mezclando con imágenes de archivo, de televisión y fragmentos de películas del mismo Masao. Baudelaire superpone a esta escenografía visual las voces de May y Adachi contando sus recuerdos. Hablan sobre la vida en el exilio, la clandestinidad, la política, el cine y sus vivencias. Como indica el título de la obra, 27 años sin imágenes, el film da mucha importancia a las imágenes en la construcción de la identidad, tanto colectiva como personal. El peligro de vivir en clandestinidad hizo que May y Fusako Shigenobu no conservaran ninguna imagen del pasado. Hasta el punto de que May, la hija de la activista, no pudo acceder a su pasado familiar hasta los 27 años, cuando su madre fue arrestada y ella viajó por primera vez a Japón. Ateniéndose a este hecho biográfico y aplicando al mismo tiempo la teoría fílmica de Masao Adachi, en lugar de imágenes de los protagonistas, Baudelaire filma lo que les rodea: los paisajes.

Aparte de las imágenes del paisaje, los elementos que estructuran el film son la palabra, el testimonio y la memoria. La obra de Baudelaire despliega una red compleja de relatos cruzados en la que se mezclan historias privadas e historia política, propaganda revolucionaria y teoría fílmica. La anábasis no es solo una alegoría geográfica; lo es también política y estética.

Baudelaire presenta su film como una instalación documental, acompañado de fotografías inéditas de la familia Shigenobu, dibujos hechos en la cárcel por Masao Adachi, extractos de películas de este director y archivos del Ejército Rojo Japonés, entre otro material. Lo acompaña también la edición de un libreto con la cronología de los hechos narrados y una serie de serigrafías casi monocromas relacionadas con el trayecto de los tres protagonistas. Aludiendo a que la vida en clandestinidad impedía conservar imágenes del pasado y, por lo tanto, mantener un relato visual de la memoria familiar, Baudelaire ha velado las imágenes de las serigrafías, de modo que las escenas y personas retratadas solo se identifican muy sutilmente.