El MACBA, tal y como establece el programa de responsabilidad social del museo, reconoce la compra pública como herramienta de cambio y de mejora social y ambiental. Por eso, apuesta por una compra pública responsable que integra aspectos sociales, éticos y ambientales en todo el ciclo contractual y en el proceso de selección de las empresas contratistas, con el objetivo de alcanzar una relación equilibrada entre la calidad y el precio.

Las decisiones en materia de compra responsable tienen en cuenta, aparte de las características técnicas para contratar un servicio o adquirir un producto, otros aspectos relacionados con las condiciones materiales y laborales de producción. A través de la compra pública responsable, el MACBA pretende contribuir a desarrollar y conseguir objetivos sociales, éticos y medioambientales, así como favorecer indirectamente el desarrollo de políticas de interés general.

Los principios, criterios y objetivos por los cuales se rigen nuestras compras se recogen en la Política de Compra Responsable del MACBA.

Política de Compra Responsable MACBA (en catalán)

El MACBA, como organización adscrita al Ayuntamiento de Barcelona, también incorpora en sus licitaciones los preceptos de las guías de contratación pública social, ambiental y de innovación aprobadas en 2017 por el Ayuntamiento de Barcelona.

Las distintas medidas que recogen las guías se incluyen en los pliegos de cláusulas administrativas particulares y tienen que cumplir los principios fundamentales de contratación de la Unión Europea (principio de concurrencia, libertad de acceso, publicidad, transparencia, no discriminación e igualdad de trato), así como tener vinculación con el objeto del contrato y ser proporcionales.

Algunos ejemplos de cláusulas sociales incluidas en las licitaciones publicadas son el pago del precio a las empresas subcontratadas, disponer de un plan de igualdad entre hombres y mujeres, disponer de un plan contra el acoso sexual y por razón de sexo, medidas de conciliación del tiempo laboral, personal y familiar, y garantizar la comunicación inclusiva, entre otros. Algunos ejemplos de cláusulas medioambientales son la recogida selectiva de residuos, la eficiencia energética en equipos informáticos y elementos de comunicación sostenibles, entre otros. Por otra parte, también se están siguiendo acuerdos de buenas prácticas en determinados sectores como en el caso de los servicios de atención al público para dar respuesta a la problemática del sector.

Acuerdo del grupo de trabajo sobre servicios de atención al público y mediación (en catalán)

La compra pública responsable está impulsada por la Directiva 2014/24/UE, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 26 de febrero de 2014, sobre contratación pública. En ella se destaca la contratación pública como uno de los instrumentos que deben utilizarse para conseguir un crecimiento sostenible que garantice al mismo tiempo un uso más eficiente de los recursos públicos. Así se manifiesta en la comunicación de la Comisión Europea de 3 de marzo de 2010, Europa 2020: un crecimiento inteligente, con el desarrollo de una economía basada en el conocimiento y la innovación, un crecimiento sostenible con la promoción de una economía que utilice con mayor eficacia los recursos, que sea más verde y más competitiva, y un crecimiento integrador que fomente una economía con un alto nivel de empleo que redunde en la cohesión económica, social y territorial.

Estas bases para la contratación pública responsable han sido transpuestas a la Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público (LCSP), que incluye medidas para el cumplimiento de las obligaciones aplicables en materia medioambiental, social y laboral establecidas en el derecho, así como en los convenios colectivos.