Nacido en 1946 en Barranquilla (Colombia) y establecido desde 1952 en Venezuela, donde murió en 2003, Roberto Obregón comenzó a trabajar influido por el Jardín de las delicias del Bosco. Con este punto de partida, construyó un universo hermético lleno de símbolos que funcionan como metáforas. Aunque había iniciado su trayectoria con pinturas figurativas, a principios de los años setenta asumió el registro conceptual centrándose en la figura de la rosa, que se convirtió en uno de los ejes de su obra. Partiendo de ejercicios de observación, el artista hablaba de las «disecciones» de sus pétalos, que documentaba, conservaba y reproducía en patrones gráficos e ilustraciones de gran sutileza. Obregón construyó una especie de herbario conceptual de significado simbólico y biográfico abordando temas vinculados a la muerte, el suicidio y la degradación del cuerpo.

Llevó a cabo su primera exposición individual en 1964. Desde entonces, participó en numerosas exposiciones individuales y colectivas. En 1997 representó a Venezuela en la Bienal de Venecia; en 1998 participó en la Bienal de Estambul, y en 2013 en la Bienal de São Paulo, donde se mostró un antológica completa sobre su obra.

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