Nada que ver Grupo de trabajo de arte y accesibilidad

Hace tiempo que sabemos que la visión implica un punto ciego; o incluso más, que la visibilidad tiene siempre como condición algo que no puede verse. Algunas de las obras más representativas del arte contemporáneo –y en particular de la Colección MACBA– pueden ser interpretadas como una plasmación conceptual y empírica de la condición invisible de lo pictórico. Pero al mismo tiempo, ¿tiene sentido interpretar las diferentes formas de percepción visual como un simple déficit o discapacidad con respecto a una supuesta visión normal, diáfana y evidente? ¿No deberíamos repensar la visibilidad del arte contemporáneo y de su puesta en escena descentralizando el privilegio de la mirada transparente, neutral y objetivadora? ¿O incluso repensarlo desde una cierta ceguera constitutiva de cualquier persona que contempla el arte?

Proponemos un grupo de trabajo que permita establecer un diálogo entre artistas y personas con diversidad de visión: un encuentro a partir del cual los participantes puedan acercarse a algunas prácticas del arte contemporáneo que han trabajado la condición invisible, velada, oculta y permanentemente sustraída de toda representación artística. Pero también un grupo de trabajo donde las personas con «baja visión» o «invidencia» no sean las destinatarias de traducciones o transcripciones de un supuesto «original» visible, y donde la sensorialidad del cuerpo no esté restringida –como vicaria de la visión– al servicio de lo que debería haberse visto. En definitiva, un grupo en el que se exploren los límites del régimen de visibilidad del arte contemporáneo y, quizá, se abran algunos nuevos.

A cargo de Ignasi Aballí, artista