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Buceando entre arte, activismo e historia
«Ep, innocenta, / ¿saps que en aquesta maror / no mos queda altre remei / que aprendre a bucejar? […]» («Eh, inocenta, / ¿sabes que en esta marejada / no nos queda otro remedio / que aprender a bucear? […]»), escribe Mari Chordà en uno de sus poemas.
El recorrido que os proponemos ofrece, precisamente, un conjunto de herramientas para aprender a bucear. Así encontramos el diálogo entre naturaleza y artificio propuesto por Fina Miralles; la investigación historiográfica de Maite Garbayo sobre las performances que tuvieron lugar en los años setenta en España y que pueden leerse desde el activismo feminista; el deseo disidente y la valoración del inconsciente como estrategia de resistencia a la normalización que propone la práctica de Carol Rama; la apropiación del imaginario de los medios de comunicación por parte de Eulàlia Grau con el fin de denunciar la institución educativa, familiar y los estereotipos de género; la voluntad de hacer un arte subversivo mediante la forma de manifiestos de Nancy Spero; la imposibilidad de separar la artista, la poeta y la activista que conviven en la figura de Mari Chordà al comprometerse con el feminismo; o las necesarias relecturas de la historia del arte y el reconocimiento de genealogías feministas que se encuentran en la recopilación de artículos de Desacuerdos 7.
En conjunto, una gran bombona de oxígeno que sigue creciendo y que, en este caso, toma la forma de un conjunto de libros que nos sirven para cruzar las aguas más turbulentas.
Guiada siempre por un compromiso social, político y cultural, Chordà fundó el centro cultural Lo Llar en Amposta y, posteriormente, junto con un grupo de mujeres, crearía también laSal, Bar-biblioteca feminista y laSal, edicions de les dones, editorial dedicada a la literatura y el ensayo escrito por mujeres. Mari Chordà fue asimismo pionera de su generación a la hora de expresar la sexualidad femenina libre, ahondando en el placer, la maternidad y las relaciones lésbicas tanto en su pintura como en su poesía.
«Ser artista no es una vocación, una devoción ni una profesión; no lo sabes, pero todo te empuja a ello y te lleva a ser quién eres.» Con esta frase sintetiza Fina Miralles su vida.
Olvidada tanto por la historiografía hegemónica como por el relato feminista, la obra de Carol Rama, que se extiende a lo largo de siete décadas (1936-2006), constituye un contra-archivo que permite reconstruir los movimientos de vanguardia del siglo XX.
Sus fotomontajes, que incluyen imágenes de los medios de comunicación, denuncian la institución educativa y familiar, los estereotipos de género, las diferencias de clase, la explotación laboral y las estructuras de consolidación del poder. El catálogo reproduce una selección de obras, que comenta exhaustivamente en su texto Teresa Grandas, comisaria de la exposición.