Un ventilador situado en el suelo se ha orientado hacia una plomada, a tal distancia que el aire no la altera. Mientras la plomada, tensada por la fuerza de la gravedad, indica una línea vertical, el ángulo creado por la corriente del ventilador no se ve pero se percibe. La geometría se convierte así en un fenómeno sensorial. Àngels Ribé hace en esta instalación lo que en otras obras había hecho con la mirada: hacer tangible un trazo geométrico en el espacio. En el proceso de experimentación para llegar a elaborar esta obra la artista se dio cuenta de que la voluntad de hacer palpable una realidad invisible condensaba su relación con la escultura. Así fue como el aire de un ventilador que no desplaza una plomada se transformó en «la mejor forma de decirlo». Esta obra se presentó en la Clocktower Gallery en el contexto de la exposición colectiva Ideas at the Idea Warehouse, organizada por el Institute for Art and Urban Resources de Nueva York en 1975.