En la calle, en casa, en el trabajo, en la cárcel. Eulàlia Grau se sirve de un conjunto de serigrafías para mostrar la situación de las mujeres, de una manera directa, en el año 1977. Si en otros trabajos, como la serie Etnografies, ya mostró la profunda desigualad de género, aquí afina aún más el tiro. Discriminació de la dona culmina el trabajo que había iniciado en 1971 al incorporar el uso de collages con imágenes de los medios. Que las imágenes se muestren muy contrastadas y poco nítidas no es gratuito. Son imágenes «sucias», como la realidad que se esconde tras los cuerpos perfectos por los que apuestan los medios. En su presentación en la galería Ciento de Barcelona, Maria Aurèlia Capmany aludió a la idea de «safari fotográfico» por la captura de imágenes selvática que Eulàlia llevaba a cabo. Un trabajo político, sociológico y etnográfico que en este conjunto adquiere la categoría de documento histórico. «Era casi periodismo», explicaba la artista en el año 2011.