Finning es una escultura modular que remite a la idea de capa o fragmento. Se trata de un conjunto de discos de cerámica muy finos, oscuros y esféricos, dispuestos uno junto a otro. Dado que cada pieza tiene distinta forma y tamaño, la imagen resultante es un perfil irregular y sinuoso. El color de cada disco tiene relación directa con su proceso de elaboración: la cerámica se cuece y en un momento dado se pone en contacto con material orgánico, que hace que se encienda y origine ligeras variaciones cromáticas. La obra formó parte la exposición de Patricia Dauder en la Galería ProjecteSD, Hollow (2019), que reunía un grupo de trabajos realizados con distintos medios en los que el elemento táctil y orgánico era muy evidente. Como comentaba la propia artista a propósito de la exposición: «Para mí la escultura no difiere de los otros medios que utilizo en mis obras. Muchas veces, cuando dibujo o pinto, tengo la sensación de que en realidad estoy moldeando. Es raro, porque en algunos momentos creo que estoy eliminando materia del dibujo o la pintura, como si estuviera vaciando madera o piedra. Finning está constituida por piezas que no son mucho más gruesas que una hoja de papel, formadas por finas capas de arcilla. Al fin y al cabo, se trata de estratos, coberturas, que pueden contener –o no– algún tipo de información.» Aunque todas las placas tienen formas diferentes, que pueden parecer alas, hojas o pieles, la imagen de conjunto evoca un gráfico o diagrama. «La imagen mental que me ocupaba mientras trabajaba y concebía esta obra era una fotografía de prensa que encontré de un espacio enorme en el que se acumulaban miles de aletas cortadas de tiburones, para su posterior consumo humano. Finning no quiere incidir en el problema de la explotación marina, más bien es una alusión a la idea de un cuerpo vaciado, al fragmento o resto de una estructura que ya no es, que es residual.»