Dibujos, fotografías, libros y objetos físicos dialogan en el espacio escénico de una mesa. Esta instalación debe situarse en el contexto de la obra de Javier Peñafiel construida con libros intervenidos, cuadernos de collages, agendas manipuladas u otros elementos en los que la palabra y el lenguaje tienen un papel clave. Oxymoron Twins, «una mesa para dos libros y objetos», como la califica el propio artista, juega de forma reiterada con la noción del doble: a la idea de gemelos hay que sumarle la figura retórica del oxímoron, una yuxtaposición de dos conceptos de significado contrario que genera perplejidad o sorpresa.

Peñafiel coloca dos libros abiertos a ambos lados de una mesa cuadrada más alta de lo habitual. Uno de ellos, con hojas de papel de color blanco, contiene pequeñas ilustraciones en torno a la figura de un cepillo de dientes. El otro, con páginas de cartulina negra, muestra fotografías en color en las que se ve un cepillo de dientes situado sobre una mesa que interacciona con varios objetos. Entre ambos libros, y también sobre la mesa, se han depositado algunos objetos. El propio artista explica la centralidad de este objeto de uso casi universal como es el cepillo de dientes: «En la mesa hay un tema recurrente en mi trabajo que es la higiene y el miedo. El objeto del cepillo de dientes aparece cuando quiero trabajar los miedos compartidos, la dificultad del relato oral y el placer comunicable.»

Asociado al miedo, la instalación remite también al totalitarismo sobre las formas de vida contemporáneas, que pautamos con una barra de herramientas impuesta por los sutiles mecanismos de la biopolítica. Contra el control social, el artista apuesta por la fuerza de la fantasía. «Hoy todo es un objeto de una Barra de Herramientas Totalitaria y nuestra contradicción también es editable. Me planteo, con este trabajo, que aquello que llamábamos oxímoron es una escena interpretada por dos hermanos gemelos a los que llamo Oxímoron y Oximorón, con un acento distinto para cada uno, una escena por editar en su fantasía y no por una barra de herramientas.»