Tomando la ciudad como campo de acción, el artista colombiano Iván Argote se infiltra en la cotidianidad urbana para activar encuentros y plantear interrogantes sobre nuestra relación con los demás. Caricia apunta en esa dirección. Como en otras propuestas suyas, Argote sitúa la acción en el espacio público. En 2012, el artista grabó a una pareja de enamorados en el Jardin des Tuileries de París. En un vídeo de poco más de tres minutos, la sombra del fotógrafo acaricia a los miembros de la pareja, que, a su vez, se hacen carantoñas. Caricia sobre caricia. Un contacto intruso pero tierno a la vez y que participa, anónimamente, de su intimidad. Activista del contacto y la relación, Argote despliega la práctica artística como una experiencia activadora de espacios de encuentro con el otro y como un modo de explorar la alegría de compartir. Sus acciones en el espacio público agrietan la ambigüedad y a menudo el recelo que sentimos en nuestra relación con el otro y con lo desconocido. Sin renunciar al humor, Argote ensaya otras dinámicas relacionales para abrir el campo de lo posible y trazar nuevos horizontes de sentido.