Prayer for the Americans (1) se inspira en un cuento poco conocido de Mark Twain The War Prayer (Oración de guerra), escrito en 1904 como un alegato pacifista en el contexto de la Guerra de Cuba de 1898. El cuento narra el día previo a la partida de las tropas estadounidenses, cuando los habitantes de un pueblo se reúnen en la iglesia para despedir a sus hombres. El clérigo pide a Dios que les proteja y les conceda la victoria. A continuación, un hombre sube al altar y pronuncia las palabras que el clérigo no se atrevió a decir pero que están en la mente de todos: «Oh Señor, nuestro Padre, ayúdanos a destrozar a los soldados del enemigo y a convertirlos en despojos sangrientos con nuestros disparos.»

Allan Sekula presenta 39 imágenes de residentes de Hannibal (Missouri), ciudad en la que vivió y trabajó Mark Twain. Paisajes bucólicos, familias trabajadoras y decorados kitsch en apariencia tranquilos le sirven para presentar la América real. Es en esta calma donde se incuba la ideología más belicista del país más poderoso del planeta, asegura el artista, mientras se pregunta: «¿Puede una secuencia o una superposición de fotografías constituir una plegaria? ¿Un salmo?»