–Usted ha cultivado exhaustivamente la poesía visual. ¿Cree usted que la poesía visual tiene unas características propias, o más bien se trata de una manera concreta de ver las cosas? –La poesía visual significa un cambio de código: la considero la poesía experimental de nuestro tiempo, porque en nuestra sociedad la imagen es muy importante. Ves imágenes por todas partes: puedes hacer kilómetros y kilómetros y encuentras gran cantidad de indicaciones en las que el código literario no se utiliza para nada. De acuerdo que son utilizadas solo en un sentido práctico. Pero no veo por qué el poeta no las puede transformar y darles una dimensión ética. Y pensemos en la gran importancia que tiene un arte nuevo y eminentemente visual: el cine. Yo creo que ha sido un elemento transformador de la literatura. Aunque también, y por razones comerciales, ha contribuido a divulgar la mala literatura... Tengo pensado hacer poemas visuales en videoclip. Pero mis poemas no anunciarán nada, sino todo lo contrario. Me interesa, de este medio, la rapidez y la síntesis que conlleva. Es una herramienta interesante, y no veo por qué el poeta tiene que estar siempre prisionero del libro. La poesía se encuentra por todas partes y si el poeta tiene antenas y sensibilidad puede ensayar formas nuevas que la sociedad le pone en las manos y que, para él, son casi un reto. No necesariamente tenemos que escribir versos (con todos mis respetos para los versos). Yo, a la vez que hago poesía visual, también escribo sextinas, cosa que no hacen los novecentistas. Y no hablemos de los cientos de sonetos y odas sáficas que he escrito... Quiero decir que la poesía no es un arte exclusivo de la literatura. Gual, Antoni; Ruiz, Carles: "Joan Brossa: l'alternativa poètica", Carrer dels arbres: trimestral de cultura. 2a època, núm. 1. (verano de 1986), p. 14-23