El proyecto (Ir. T. n.º513) zuloa condensa buena parte de los intereses de Ibon Aranberri. Sus vídeos, acciones en el paisaje, documentos y fotografías se sitúan en la encrucijada entre archivo, registro documental e intervenciones de land art. En 2003, el artista tapió con una estructura metálica negra el acceso a una cueva de las montañas de Guipúzcoa de alto interés científico: la cueva de Iritegi. La nomenclatura del título de la obra (Ir. T. n.º 513) corresponde a su código científico en las guías arqueológicas. El artista dejó un estrecho paso de entrada para la colonia de murciélagos en extinción que habita la gruta, pero vetó el acceso a las personas a un espacio natural muy significativo para el imaginario colectivo de Euskadi. Por tanto, esta obra de land art no fue realizada con la finalidad localista de preservar el paisaje, sino para recodificarlo y crear nuevos significados colectivos.