Situado como uno de los impulsores, en los años ochenta, de la "nueva objetividad" fotográfica y de la fotografía como tableaux, Craigie Horsfield realizó una serie en la Barcelona postolímpica de los años noventa. Con el título La ciudad de la gente, y comisariada por Manuel J. Borja-Villel y Jean-François Chevrier, presentó una cincuentena de retratos realizados a personas de la ciudad en una impactante exposición en la Fundació Tàpies. Algunos de estos retratos hoy forman parte de la Colección MACBA. Para el fotógrafo, la serie de Barcelona supuso una nueva forma de trabajar articulada en torno a proyectos de colaboración social. Para seleccionar a las personas, Horsfield trabajó con un equipo formado por antropólogos, economistas y arquitectos, que compartieron así su visión de los grupos sociales de la ciudad. Si bien incorporaron diferentes áreas urbanas, pusieron una especial atención en la zona de Nou Barris. En concreto, en los barrios de Ciutat Meridiana, Vallbona y Torre Barró. Durante el proceso de trabajo, las personas compartían vivencias y su visión del barrio en el que vivían y de la ciudad. Realizadas en estricto blanco y negro y con una acusada frontalidad, Horsfield presentó las fotografías en grandes formatos que interpelaban, de forma muy directa, al espectador. El resultado es un fresco de retratos de gran fuerza visual pero sobre todo, un retrato vivo de la ciudad y de sus constelaciones humanas. Como indicaban los comisarios de la muestra: “A través de las imágenes de lugares y ciudadanos de Barcelona, Horsfield trataba de describir las relaciones humanas en el seno de la ciudad para que el espectador pueda reconocer su estructura básica. Para Horsfield, la fotografía debe tener una parte de responsabilidad en la evolución de nuestra percepción y de nuestra conciencia de la realidad del mundo y de su transformación.”