Para esta película, Nauman hizo un cuadrado en el suelo de su estudio con cinta adhesiva, marcando el punto medio de cada lado. En cada uno de los lados del cuadrado realiza el mismo movimiento: siguiendo el ritmo de un metrónomo, desplaza una y otra pierna alternativamente desde el punto medio hasta tocar el ángulo con el pie y regresa al punto de partida. Cada paso que da, pues, equivale a la mitad de la longitud del lado del cuadrado. A intervalos regulares se resitúa en el lado adyacente y va recorriendo así todo el perímetro del cuadrado, unas veces mirando hacia su interior y otras hacia el exterior. Trazando un cuadrado con su cuerpo, Nauman fusiona la formalidad minimalista con el gesto corporal mecánico de un cuerpo que dibuja arquitecturas efímeras.