Referente del minimalismo americano, Donald Judd estableció un vocabulario esencial de las formas y se mantuvo siempre fiel al mismo. Judd construía «objetos específicos», tal y como él los denominaba, utilizando formas simples y con frecuencia repetidas con la intención de explorar el espacio y sus usos. Sin título, de 1984, es una de estas construcciones. Producida en acero, es una exploración de formas geométricas sencillas en progresión en el espacio. Como en otras estructuras primarias suyas, Judd se aleja del ilusionismo y la representación del espacio propios de la tradición artística europea, para dejar que la escala, los materiales y la evolución de la línea resulten un fin en sí mismos. El artista se niega a calificar sus obras de esculturas, aduciendo su ejecución industrial y radicalmente despersonalizada.