La ironía es un elemento recurrente en las obras de Rosemarie Trockel, tanto en sus conocidos tejidos a máquina como en sus esculturas y objetos. Si en los primeros cuestiona los signos culturales a los que estamos acostumbrados mostrando su condición arbitraria, en sus objetos invalida toda expectativa de sentido y de uso habitual. Si bien un objeto cerrado con una mirilla a la altura de los ojos parece invitar a mirar a su interior, probablemente no responde a lo que esperábamos. También las expectativas de sentido y el significado son un factor inestable históricamente condicionado. Una de las artistas conceptuales más influyentes de Alemania despliega un abanico de estrategias estéticas subversivas. El placer por la paradoja, la provocación y el cuestionamiento de todos los significados culturales se combina con la experiencia física y la interacción perceptiva con la obra de arte.