Jorge Oteiza
Conjunción dinámica de dos pares de elementos curvos y livianos
Conjunción dinámica de dos pares de elementos curvos y livianos
1957
A mediados de los años cincuenta, Jorge Oteiza comenzó a investigar en torno al cuadrado y el cubo como unidades esenciales, influido por Mondrian, Malevich y, sobre todo, Cézanne. En sus esculturas de piedra, hierro o acero evidencia una concepción de los volúmenes cerrados que se distingue por el hecho de mostrarlos como presencias metafísicas y no como ausencias de masa sólida. Se trata, por tanto, de capturar la esencia del vacío, su capacidad para generar a un tiempo energía espiritual y física.
Los años cincuenta fueron la época más fértil de Oteiza como escultor, aunque paralelamente a su producción escultórica, su obra teórica fue adquiriendo envergadura y complejidad: además de desarrollar significativos estudios sobre las raíces culturales y artísticas del pueblo vasco, Oteiza expuso sus preocupaciones estéticas principales y su compromiso ideológico en diversos textos; y a partir de 1959 decidió abandonar la escultura para dedicarse por completo a la teoría del arte y al estudio de la identidad cultural vasca. Desde entonces, ha realizado colaboraciones en ámbitos tan diversos como la arquitectura, la poesía o el cine.
Las obras Conjunción dinámica de dos pares de elementos curvos y livianos y Variante ovoide de la desocupación de la esfera exploran la «desocupación espacial» de un volumen partiendo de un sentido dinámico de la esfera, que por esencia gira sobre sí misma o permanece en constante rotación. No obstante, este movimiento primordial se presenta inmóvil en el tiempo y estabilizado en el espacio, lo que permite la aparición de un núcleo interior activo que no llega a aislarse jamás del espacio circundante. Como en los movimientos cíclicos naturales, el dinamismo de las bandas de hierro de bordes convexos se inscribe en pautas predeterminadas y reiterativas, tal como corresponde a la visión cósmica del artista, cuyo interés se centra en la superación de la materia en la búsqueda de una energía pura que, en sus propias palabras, se encuentra dentro del «vacío respirable a través de las formas».
A pesar de situarse cerca de la práctica neoplasticista y suprematista, los procedimientos empleados por Oteiza ponen de manifiesto una de las constantes en la trayectoria de su autor: la voluntad de preservar el contenido vital de sus obras respecto al logicismo puro. A la rigidez analítica de la matemática, el escultor vasco opone la biología o la física, ciencias ancladas en la realidad.
DE MI DESOCUPACIÓN DEL ESPACIO
creación de huecos de espacios vacíos
en escultura como objeto experimental
desocupación espacial del cubo
de la esfera
y el cilindro
con un abrazo a Cézanne
desocupación del poliedro
desocupación de la ciudad
en arquitectura en urbanismo vaciar la ciudad
para ver el cielo
en el cine concavidad agujeros
en el deporte sitios fuera del mundo
en el fútbol
descolocar defensas
abrir huecos
para escapar.
Jorge Oteiza, s/d
Los años cincuenta fueron la época más fértil de Oteiza como escultor, aunque paralelamente a su producción escultórica, su obra teórica fue adquiriendo envergadura y complejidad: además de desarrollar significativos estudios sobre las raíces culturales y artísticas del pueblo vasco, Oteiza expuso sus preocupaciones estéticas principales y su compromiso ideológico en diversos textos; y a partir de 1959 decidió abandonar la escultura para dedicarse por completo a la teoría del arte y al estudio de la identidad cultural vasca. Desde entonces, ha realizado colaboraciones en ámbitos tan diversos como la arquitectura, la poesía o el cine.
Las obras Conjunción dinámica de dos pares de elementos curvos y livianos y Variante ovoide de la desocupación de la esfera exploran la «desocupación espacial» de un volumen partiendo de un sentido dinámico de la esfera, que por esencia gira sobre sí misma o permanece en constante rotación. No obstante, este movimiento primordial se presenta inmóvil en el tiempo y estabilizado en el espacio, lo que permite la aparición de un núcleo interior activo que no llega a aislarse jamás del espacio circundante. Como en los movimientos cíclicos naturales, el dinamismo de las bandas de hierro de bordes convexos se inscribe en pautas predeterminadas y reiterativas, tal como corresponde a la visión cósmica del artista, cuyo interés se centra en la superación de la materia en la búsqueda de una energía pura que, en sus propias palabras, se encuentra dentro del «vacío respirable a través de las formas».
A pesar de situarse cerca de la práctica neoplasticista y suprematista, los procedimientos empleados por Oteiza ponen de manifiesto una de las constantes en la trayectoria de su autor: la voluntad de preservar el contenido vital de sus obras respecto al logicismo puro. A la rigidez analítica de la matemática, el escultor vasco opone la biología o la física, ciencias ancladas en la realidad.
DE MI DESOCUPACIÓN DEL ESPACIO
creación de huecos de espacios vacíos
en escultura como objeto experimental
desocupación espacial del cubo
de la esfera
y el cilindro
con un abrazo a Cézanne
desocupación del poliedro
desocupación de la ciudad
en arquitectura en urbanismo vaciar la ciudad
para ver el cielo
en el cine concavidad agujeros
en el deporte sitios fuera del mundo
en el fútbol
descolocar defensas
abrir huecos
para escapar.
Jorge Oteiza, s/d
mostrar más
mostrar menos
Consulta la
Biblioteca del MACBA
para más información sobre la obra o artista.
Si deseas solicitar la obra en préstamo, puedes dirigirte a colleccio@macba.cat.
Si deseas la imagen de la obra en alta resolución, puedes enviar una solicitud de préstamo de imagen.
Si deseas solicitar la obra en préstamo, puedes dirigirte a colleccio@macba.cat.
Si deseas la imagen de la obra en alta resolución, puedes enviar una solicitud de préstamo de imagen.