L'Adaptation manifeste, 2008

La lectura, las bibliotecas, los archivos, el cine y el universo de la dramaturgia configuran un conjunto heterodoxo de materiales a partir de los cuales Aurélien Froment construye sus propuestas. En este caso, revisita desde el cine el tópico pictórico de la figura de la lectora. ¿Cómo acceder al acto íntimo de la lectura? ¿Cómo compartir el viaje privado que supone el acto lector? La Adaptation manifeste (2008) toma como punto de partida una sucesión de secuencias cinematográficas con personajes que leen en diferentes posiciones, extraídas de películas de ficción como La Chinoise de Jean-Luc Godard (1967), Fahrenheit 451 de François Truffaut (1966) o Ghost Dog de Jim Jarmusch (1999). Froment pidió a la actriz francesa Karine Lazard que recreara las escenas lectoras de diferentes películas, que habían sido interpretadas por Brigitte Bardot (Le Mépris, 1963), Julianne Moore (The Hours, 2002) u Oskar Werner (Fahrenheit 45, 1966), entre otros. Todas las situaciones son recreadas por la propia actriz en un ambiente blanco, sobrio, sin decoración y con un libro gris como único complemento. La obra constituye un repertorio de la figura del lector en las películas de ficción: los gestos, miradas y actitudes del lector se deslizan de una película a otra en una indagación sobre la representación cinematográfica de la lectura. Como ha apuntado Jessica Morgan: "Los episodios recreados al mismo tiempo convierten de forma casi perversa el acto solitario y cerebral de la lectura en un acto altamente performativo y manifiestamente exterior." (Artforum International, octubre de 2008)