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Comisariada por Elvira Maluquer, Pintura de los setenta en Barcelona. Superficie y color reconstruía un momento histórico de gran riqueza y pluralidad artística, en el cual convivieron, en Barcelona, tendencias de distinta índole y orientación; un periodo que se caracterizó por una intensa movilidad y, al mismo tiempo, por una consistente reflexión teórica marcada por el compromiso social e ideológico.

Siguiendo este criterio, la exposición se centraba en una de las corrientes pictóricas que se desarrollaron en aquel contexto: la que, alejada tanto de los movimientos figurativos como del objetualismo, reivindicaba la pintura de vocación puramente abstracta como alternativa al declive del informalismo. Así pues, las obras que conformaron la muestra presentaban un elaborado trabajo de la superficie plástica y apuntaban a una nueva consideración del color como elemento específico de la pintura. Todas esas telas mantenían similitudes con las principales corrientes internacionales de la época, pero sin perder sus propias señas de identidad.

Los artistas representados fueron: Pic Adrian, Erwin Bechtold, Alfons Borrell, José Manuel Broto, Joaquim Chancho, Xavier Grau, Joan Hernández Pijuan, Robert Llimós, Joaquim Llucià, Joan Miró, Albert Ràfols-Casamada, Antoni Tàpies y Patricio Vélez.