U.S. 80 SOLO: Nebraska Nancy Holt
Detalles de la transcripción:
- Fecha: 30 de marzo de 2022
- Audio transcrito por: Transcribe Me
- Texto editado por: Lisa Le Feuvre
Fichero de audio: Nancy Holt US 80 Solo.mp3
Transcripción:
[música introductoria]
La próxima pieza es de la artista estadounidense Nancy Holt, que trabaja en Nueva York. La propia Holt editó en 1979 esta pieza, que documenta un viaje que hizo en 1976. Escuchemos US 80 Solo: Nebraska, de Nancy Holt.
Estoy entrando en Nebraska. Hay un cartel enorme que pone «Nebraska», con un dibujo de un vaquero. Y con el eslogan the good life, «la buena vida». Hoy seguramente recorreré unos 800 kilómetros en Nebraska. Voy a cruzar todo el estado.
Acabo de llegar a un sitio con un poco más de variedad. Es una colina, con algunas piedras. Pero ahora parece que vuelvo a entrar en otra llanura abierta.
Acabo de entrar en el condado de Cheyenne, en Nebraska.
Acabo de cruzar Potter, Nebraska. El cementerio está al lado de la carretera. En Potter, Nebraska, ha trabajado y ha muerto mucha gente. Una piensa en lo vinculados que debían estar a esta tierra. Es bastante rica. A mi alrededor solo veo granjas. Pero ahora llegamos a una zona rocosa. De vez en cuando te las encuentras. En estas montañas hay incluso un poco de erosión, alguna piedra que sobresale.
En algunos sitios se ven grupos de árboles, antiguos cimientos o escaleras de cemento donde la gente construyó sus vidas, pero apenas queda rastro de eso.
Me acabo de parar porque me he topado con una placa conmemorativa. Al final solo hacía referencia a cómo se había construido la carretera. Una especie de señal de tráfico histórica y autorreferencial. Siguiendo un poco más adelantehay pozos de petróleo por todas partes.
Estoy en Sidney, Nebraska. El cielo es totalmente azul. No hay ni una nube.
Estoy pasando al lado de una de las esculturas al pie de la carretera. Es de... acero bruñido, y forma una especie de número ocho con los extremos sueltos. Me habían hablado de estas esculturas de Nebraska. Esta estaba rodeada por una pequeña cerca; de hecho, tapaba la parte inferior.
Al circular por este paisaje, cuesta creer que a los Estados Unidos les vaya a faltar tierra alguna vez. No se acaba nunca. Me gusta recorrerlo en esta cápsula de acero y observar las colinas solaparse a medida que avanzo.
Viajar así te deja la mente en blanco. En un día, me siento lejísimos de Utah
Ahora estoy entrando en Chappell, Nebraska.
[música de la radio]
Me acerco a Julesburg y Oshkosh. Oshkosh, Nebraska.
Sí, me siento como Sissy Henshaw, la de También las vaqueras sienten melancolía, cruzando el país de un extremo a otro. Siempre en movimiento. Hasta cuando me he parado a comer he sentido una inercia que me ha dejado algo descolocada. Pensaba que sería capaz de controlarla, pero no ha sido así.
Estoy entrando a Big Springs, Nebraska.
[música de la radio]
Acabo de entrar en el condado de Keith, en Nebraska.
Estamos a 25 °C y estoy en Ogallala. Por fin he llegado a Ogallala, Nebraska. Estoy pasando al lado de unos cercados llenos de vacas. Sigue haciendo un día soleado, azul, precioso, perfecto.
[voz de locutor de radio]
Estoy pasando al lado de unas pacas de heno que parecen pan. Están hechas de la misma manera que he visto en Utah: las apilan en un montón grande y alargado.
[anuncio en la radio]
Acabo de pasar un letrero que ponía: «Entrando a la zona horaria central».
Acabo de pasar por Sutherland y ahora estoy entrando en Hershey.
Aquí, los almacenes de color verde impresionan mucho más que las iglesias. Son más altos y llaman más la atención. La tierra es rojiza. De ese color como malva del que hablaba antes. De momento parece algo común a todo el estado.
He salido de la carretera en North Platte, pero he vuelto a entrar enseguida. Creo que en la próxima área de descanso voy a parar y comer algo. Un tentempié de media tarde.
He pasado por Maxwell. Maxwell, Nebraska. Y ahora veo un letrero que dice que hay un área de descanso a tres kilómetros, así que puedo parar ahí.
Omaha está a solo 400 kilómetros de donde estoy ahora mismo. El siguiente letrero dice: «Bienvenidos al condado de Dawson».
He descansado un rato al lado de la carretera. Es un viaje en toda regla. A ratos no siento nada.
Se me acaba de estampar un bicho contra el parabrisas; lo ha dejado todo perdido.
Desde que he cruzado el... el río Platte, al este del río Platte, hay muchos más árboles. Se ve todo más verde, mucho más verde. Creo que al otro lado se dedican más a la ganadería y a la producción de leche. Aunque también cultivan algunas cosas, como el maíz. Pero aquí la vegetación es exuberante.
Los árboles no dejan ver lo llano que es terreno. Era interesante ver ese horizonte infinito, pero ahora los árboles lo tapan en cualquier dirección. En lugar de una extensa llanura, se trata de algo mucho más estrecho
Parece que el siguiente pueblo es Darr. D-A-R-R. Darr, Nebraska.
Acabo de pasar la cuenca del arroyo Turkey.
Aquí es donde hubo una sequía brutal; la cosecha de este año la han perdido.
Ahora pasamos por Shelton y Kenesaw.
Quedan 170 kilómetros hasta Lincoln y 240 hasta Omaha. Ya estamos más cerca.
Los últimos dos pueblos eran Phillips y Giltner. Madre mía, qué estado más largo.
Hay kilómetros y kilómetros de cultivos secos. Los han dejado ahí. Están así por la sequía.
Un mar de maíz muerto. En algunas partes se nota que lo han empezado a cortar. Pero la mayor parte está ahí, completamente seco.
Muerte interminable hasta donde llega la vista. Plantas muertas por deshidratación.
[voz de locutor y música en la radio]
Aurora. Estamos en Aurora.
El sol se pone en la carretera a mi espalda. Avanzo exactamente en dirección este. Hay mucha luz y el cielo está muy amarillo, pero no hay nubes, así que tampoco es un atardecer tan extraordinario.
Ojalá fuera ahora el equinoccio, para saber si voy realmente hacia el este.
Los reflectores del arcén brillan como joyas doradas.
[música de la radio]
Se vuelve a poner el sol a mi espalda. Se refleja en el retrovisor. Me da en la cara. El camión que tengo delante brilla, todo brilla, hasta las plantas parecen brillar de una forma especial.
Ahora el sol se pone en el horizonte.
Omaha, 150 kilómetros. Omaha.
Acabo de pasar la carretera a Waco.
Acabo de pasar Lincoln, Nebraska. Ya es de noche, y quedan 88 kilómetros hasta Omaha.
Lo más difícil es el último tramo, las últimas cien millas. Ahí sí que tengo que tirar de fuerza de voluntad. Pero el resto del tiempo es bastante relajado. Y la verdad es que te deja la cabeza en blanco. Es como tener un páramo en la mente.
Y así continúa este viaje de resistencia, esta maratón hasta Nueva York.