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Esta muestra de obras de la Colección MACBA ofrecía un recorrido por algunos de los momentos de mayor intensidad creativa de la segunda mitad del siglo XX. Y lo hacía poniendo el acento sobre ciertas figuras y tendencias que no siempre habían encontrado un lugar destacado en las historias del arte oficiales. Hans Hofmann y Alexander Calder abrían la exposición, actuando como eslabones entre las primeras vanguardias europeas y las propuestas informalistas que surgen tras la Segunda Guerra Mundial. La incorporación de la realidad a la superficie pictórica y escultórica, que se constata ya en los albores de los años sesenta, quedaba aquí ilustrada por la obra de artistas como Albert Ràfols-Casamada, Antoni Tàpies, los nuevos realistas, Piero Manzoni o Marcel Broodthaers. Estos dos últimos, a su vez, enlazaban con las prácticas conceptuales que se abren paso, en las décadas de los sesenta y setenta, al amparo de la eclosión de los nuevos discursos críticos del Mayo del 68. Dentro de este ámbito pudieron verse obras de artistas como Hans Haacke o los conceptualistas catalanes.

Como ejemplo del nuevo interés por la imagen que se desarrolla en la década de los ochenta, se mostraba la vertiente fotográfica con el surgimiento de los llamados tableaux. En este contexto se exhibieron piezas de Craigie Horsfield, Dan Graham, Jean-Marc Bustamante y Jeff Wall.

Se presentaron también dos grandes instalaciones de reciente adquisición: On Subjectivity (1978) de Muntadas y Envasos: el culte a la mare (1996) de Eulàlia Valldosera.

Esta muestra, que mantenía la secuencia cronológica de las exposiciones de los fondos del museo, se presentó en la segunda planta del museo. Se iniciaba con las pinturas y los proyectos de Hans Hofmann Proyectos de Chimbote y los móviles de Alexander Calder, representantes de la primera modernidad europea, seguidos de trabajos emblemáticos del informalismo en Europa, con artistas como Antoni Tàpies, Jean Dubuffet, Lucio Fontana, Manolo Millares y Antonio Saura.

La incorporación de objetos y materiales diversos sobre la superficie de la pintura, introducida en los años sesenta, aunado a un nuevo interés por la realidad, se ejemplificaba con obras de Albert Ràfols-Casamada, Josep Guinovart y Antoni Tàpies, como Arena blanca y jersey (1970). El nouveau réalisme de Raymond Hains, la obra de Twombly o las actitudes innovadoras de artistas como Marcel Broodthaers o Piero Manzoni, articulan la representación de una de las transformaciones más profundas que ha experimentado el concepto de obra de arte a lo largo del siglo XX.

Algunas de las preocupaciones características del conceptualismo se hicieron visibles en la obra de Hans Haacke, con las transformaciones del estado físico de la materia, así como en la de los conceptuales catalanes, más cargada de inquietudes políticas, determinadas por la situación del país en el momento de la creación de las piezas.

Como ejemplo del nuevo interés por la imagen de la década de 1980, se mostraba la vertiente fotográfica con el surgimiento de los llamados tableaux. En este sentido, es preciso mencionar las fotografías de Craigie Horsfield, Dan Graham, Bustamante, al igual que las obras de Jeff Wall.

Dos instalaciones de gran presencia protagonizaban dos de los espacios extremos de la segunda planta del edificio. En la sala 2A, se presentó la instalación On Subjectivity (1978) de Muntadas, con una reflexión profunda sobre el poder de los medios de comunicación sobre la sociedad actual y la manera en que los componentes subjetivos son determinantes en la aprehensión de la realidad más objetiva. En el espacio 2D, la obra de Eulàlia Valldosera Envases: la figura de la madre (1996) representaba su propio homenaje a la figura de la madre, persistente a través de los tiempos y de las culturas. Ambas obras eran adquisiciones recientes de la Colección MACBA.