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Esta exposición presentaba una ilustrativa selección de las fotografías que Manolo Laguillo (Madrid, 1953) tomó de la ciudad de Barcelona y sus alrededores en el periodo comprendido entre 1978, momento de la restitución de las administraciones democráticas locales tras la caída de la dictadura, y 1997, fin de una década que culmina con el desbordamiento metropolitano postolímpico.

Sus imágenes de estilo conciso y directo documentan la profunda transformación urbanística que experimentó la ciudad en esta etapa, contribuyendo a la creación de un nuevo modelo de representación, crítico y complejo, de la capital catalana que se aparta de la tradicional imagen publicitaria. Laguillo fotografía edificios en construcción, zonas periféricas, ruinas, espacios difusos, vacíos e improductivos. Y lo hace con una cámara de gran formato que le ofrece una amplia gama de registros tonales, gran precisión de detalles y la posibilidad de controlar la geometría de la imagen.
En palabras del propio Laguillo: «A casi treinta años de haber comenzado este trabajo me doy cuenta, una vez más, de que su asunto no es el espacio. Contradiciendo mis propias afirmaciones al respecto, y yendo más allá de lo que podría parecer en virtud de lo que figura prominentemente en ellas, estas fotografías tratan del cambio y la mudanza; tratan, en definitiva, del tiempo.»

Esta exposición, producida por el MACBA, hará un recorrido por una parte importante del trabajo de Manolo Laguillo (Madrid, 1953), concretamente la que se centra en la representación de Barcelona. Y lo hará a partir de la hipótesis de la relación estrecha de su obra con la construcción de una imagen de la ciudad a través de la fotografía en la década de los 80, crucial para la historia urbana de esta ciudad. Aunque toda la trayectoria fotográfica de Laguillo tiene que ver con el espacio urbano, son sus series sobre la capital catalana las que permiten hacer un seguimiento de su trabajo a lo largo del tiempo sin caer en el modelo de la exposición antológica o retrospectiva, que resultaría contradictorio para un artista de su edad y características (su obra es aún relativamente escasa).

La importancia de Manolo Laguillo en los años 80 fue justamente la de configurar una obra de referencia que se apartaba de la imagen publicitaria de la Barcelona del nuevo urbanismo, que comportó la gran transformación que culminó en los Juegos Olímpicos de 1992. En esos años, en los que el aparato mediático del poder local aún no tenía la centralidad que tendría a partir de los 90, surgieron trabajos fotográficos que centraban su atención en esta transformación, en general desde una perspectiva "celebratoria", alineándose con el discurso dominante en la ciudad, entendida como emblema del nuevo urbanismo socialdemócrata, del exitoso "modelo Barcelona". En este contexto, el trabajo de Laguillo puede ser visto como precursor de trabajos que, sobre todo en los años 90, han intentado construir una imagen más crítica y compleja de la ciudad, procurando dar forma a otras realidades que quedaban fuera de la pompa del discurso celebratorio.

Esta exposición ofrecerá un estudio sobre el cambio urbano de Barcelona en los años 80, desde la restauración de la municipalidad democrática hasta el momento post-olímpico, justamente intentando rescatar unas imágenes que en su momento quedaron en un segundo plano por la confluencia de dos causas principales: por un lado, el dominio de la imagen propagandística de la ciudad y, por el otro, la hegemonía de la fotografía anti-documental en el mercado artístico local a partir de ese momento (como precondición de la integración de la fotografía en este mercado). Se puede identificar estas dos condiciones como aspectos que en su momento determinaron de modo crucial el discurso de modernidad fotográfica en el Estado español.

Comisario: Jorge Ribalta
Producción: Museu d'Art Contemporani de Barcelona (MACBA)

Artista

Manolo Laguillo
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