Rituales de proximidad. La Cocina
 

Hoy reivindicamos, elogiamos y recordamos –re-cor-dar: volver a pasar por el corazón– los rituales de proximidad que hemos compartido en La Cocina a través de una recopilación de fotos, notas, citas y reflexiones de Laura Viñals, muy activa en nuestro espacio. 

A menudo hablamos de lo ritualista que hay en la cocina: en el plato, en la olla, en la sartén o en la mesa, la coreografía de los movimientos, las reglas no escritas y los roles que se desarrollan en el cocinar y comer en grupo. También en el proceso de elaboración de las comidas. Seguramente el ritual tiene mucho de proceso y poco de inmediatez. 

En La Cocina hemos reflexionado sobre el olvido de los rituales paganos o el no reconocimiento de los rituales cotidianos. Sin embargo, nos descubrimos fascinados por rituales procedentes de países lejanos que ejercen a menudo prácticas extractivistas y no respetuosas, y desconectados de nuestras tradiciones y costumbres. Asumiendo todas estas contradicciones, reivindicamos una mirada más ritualizada a todo lo que nos rodea para generar comunidad, entre otras cosas, y desbancar ciertas ideas individualistas de la sociedad en la que vivimos. 

Hoy compartimos con nostalgia esta receta pensada para beber con la coppa dell’amicizia. En tiempos de pandemia, cada una tendrá que beber tomando las precauciones necesarias. Sea como sea, juntas o con las distancias que requiera el momento, nos gusta la idea de formar un círculo en torno a la copa y celebrarnos. 

La receta original es para preparar el café del Valle de Aosta y está pensada para pasar los inviernos calientes. Los rituales, como los alimentos, van estrechamente relacionados con las estaciones del año. Esta nos la trajo Desiré, archivista de Food Cultura que participó en La Cocina durante un tiempo, para celebrar un aniversario, y a quien pedimos que buscara un objeto de proximidad que celebrase la amistad. Nosotros hackeamos el café y utilizamos café rebelde zapatista que compramos en el barrio. Sabiendo que café y colonialismo están muy relacionados, intentamos, llenas de contradicciones, que nuestro consumo reproduzca lo mínimo posible abusos y prácticas extractivistas. 

Ahora, en verano, os recomendamos hackear esta receta caliente con una versión también hackeada del café licor, receta fresca alcoyana que comparte los ingredientes básicos de la copa de la amistad.

Rituales de proximidad. La Cocina

 

 

Rituales de proximidad. La Cocina
Rituales de proximidad. La Cocina
Rituales de proximidad. La Cocina
Rituales de proximidad. La Cocina

 

 

Café licor

Receta típica de Alcoy

  1. Moled el café. Si lo compráis rebelde o de comercio justo, mejor en grano, para molerlo y que guarde todos los aromas y sabores posibles. 
  2. Preparad una cafetera grande de café y maceradlo en alcohol durante 10 días o más. Experimentad con las proporciones de café y de alcohol, según gusto y tolerancia. Nosotras practicamos el «ojímetro u ojo por ciento», recurso intuitivo y experimental de la cultura gastronómica, pero tened en cuenta que la cantidad de café debe ser siempre muy superior a la de alcohol. 
  3. Mezcladlo con una buena cantidad de azúcar, o no, dependiendo del gusto. Nosotras somos reacias a utilizar el azúcar, así que lo hackeamos con miel líquida de mil flores. El sabor es muy diferente pero interesante. 
  4. Servidlo muy frío.

Nota: Se dice que el café licor tiene que contener una graduación alcohólica de entre el 15 y el 25%, similar al aguardiente. 

Disfrutad de los encuentros y de la magia del verano.