Echo, 1986

Echo incluye dos proyecciones de diapositivas y cuatro videoproyecciones en bucle, dos en cada lado de la instalación. Las diapositivas se funden lentamente y muestran lujosos escenarios urbanos y arquitecturas de Nueva York, mientras que en los vídeos aparecen ejecutivos atrapados en su propia imagen, con gestos y actitudes propias de un Narciso contemporáneo. El componente sonoro de la instalación es una mezcla de ruido urbano y de música hipnótica que refuerza el clima de enajenación. En una cara de la instalación, las diapositivas muestran el interior y exterior del edificio de la compañía IBM. Barry lo muestra de día y de noche: de día, es un espacio sin vida comparado con el ruido de la calle; de noche, iluminado artificialmente, adquiere un aspecto irreal. En esta reflexión visual sobre el vínculo entre arquitectura, poder y estructura, Barry incorpora las arquitecturas faraónicas de Philip Johnson, y muestra el edificio que este arquitecto proyectó en Nueva York para la compañía AT&T, junto con la escultura que instaló en la New York World's Fair de 1964 y que evoca, vagamente, un globo terráqueo.

Barry ironiza con la anomia de las formas de trabajo de las grandes corporaciones americanas y el narcisismo de quienes las habitan. Como en otras obras, se centra en el modo en que el consumismo, la televisión, la publicidad y las formas de producción intervienen en nuestras vidas sin que nosotros tengamos control alguno sobre ellos.