El manresano Mestres Quadreny es uno de los grandes renovadores del lenguaje musical contemporáneo en nuestro país. Ya en los años cincuenta fue uno de los primeros en introducir la música aleatoria y las partituras compuestas por ordenador. También en estos años, la amistad con Joan Miró le llevó a incorporar el elemento azar en su forma de crear y la de Joan Brossa, el concepto de poesía visual. Desde entonces, algunas de sus composiciones sólo son posibles gracias a la participación del público, como Self service, que reproduce, en un extraño sortilegio, el formato visual de las calles de una ciudad interpretándolas como si se tratara de una partitura.