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Esta presentación de la Colección MACBA ocupó dos plantas del Museo, además del atrio y el hall. Fue la muestra más amplia de los fondos del centro que se había realizado hasta la fecha y respondía a la voluntad de analizar la historia del arte contemporáneo desde el presente, proyectando al mismo tiempo una mirada prospectiva hacia el arte del futuro.

La primera parte de la exposición mostraba una secuencia cronológica del periodo comprendido entre los años cuarenta y la primera mitad de los ochenta. Se iniciaba con las obras de los pintores pertenecientes al grupo Dau al Set: Modest Cuixart, Joan Ponç, Antoni Tàpies y Joan Josep Tharrats. A continuación seguía el informalismo en Cataluña y su equivalente internacional. En este contexto, la obra de Antoni Tàpies ocupaba un lugar destacado en la vertiente matérica, y se revisaban también las corrientes espacialistas. En este ámbito se presentó la obra escultórica de Leandre Cristòfol y Moisès Villèlia. También era objeto de consideración la producción escultórica de Josep M. Subirachs en la década de los cincuenta. El conceptualismo de los setenta se mencionaba sobre todo de forma documental, puesto que en los fondos del Museo aún no había obras de ese periodo. También se hacía referencia a la nueva figuración en sus vertientes pop y surreal, y a su relación con la pintura figurativa de carácter neoexpresionista, con vinculaciones con la transvanguardia.

En la planta baja del Museo se mostraban obras producidas entre 1987 y 1997. El criterio de montaje y ordenación era diferente del utilizado en la sección histórica. No existía una secuencia cronológica que ordenase las obras o que estableciese relaciones de dependencia entre sí, sino que se optó por una presentación más abierta, con varios accesos y un recorrido que permitía las interrelaciones en múltiples direcciones. Se hacía hincapié en una decena de artistas destacados, bien por estar vinculados a Cataluña, bien por la influencia y el impacto que tenían sobre otros artistas del momento: era el caso de Miquel Barceló, Ferran Garcia Sevilla, Juan Muñoz, José M. Sicilia, Susana Solano, Francesc Torres, Zush, etc. Este montaje concreto, con el título Últimos años, se mantuvo abierto más allá del cierre de la exposición, integrándose así dentro de la siguiente muestra de la Colección, ya bajo la dirección de Manuel J. Borja-Villel.

La última parte de la exposición, de carácter prospectivo, estaba protagonizada por la generación más joven: Antoni Abad, Ignasi Aballí, Pep Agut, Jordi Colomer, Ramon Guillén-Balmes, José Maldonado, Joan Rom y Eulàlia Valldosera, entre otros. En el hall y en el atrio del Museo se presentaron algunas esculturas de gran formato de Joseph Beuys, Richard Deacon, Shirazeh Houshiary, Richard Long, Robert Morris, Miquel Navarro y Michelangelo Pistoletto.