Ya puedes verlos en la exposición de Colección
Además de las texturas y del interés por la materia con la llamada pintura matérica, la obra de Tàpies se identifica por incorporar un verdadero alfabeto sígnico. Una de las contribuciones esenciales del artista al informalismo y a la abstracción gestual fue preocuparse de que estos fueran comunicativos. En diferentes formatos y en épocas diversas, Tàpies enriquece su arte con signos, letras, señales, cruces, sumas, restas, huellas humanas y letras del alfabeto. Vistos en conjunto, condensan el bagaje humanístico, reflexivo y espiritual del artista. Una simbología que incorpora sobre todo a partir de los años sesenta y que ya no abandona. Más adelante, en los setenta y más aún en los ochenta, cautivado por la belleza ideográfica china, introduce caligrafías orientales. Una forma de recuperar la pincelada, que durante unos años había abandonado para dedicarse a las pinturas matéricas, asociándola a la escritura y a los ideogramas. Además de un ejercicio plástico y un método de trabajo, transmite también una actitud ante el mundo.