En 1969, el poeta, cineasta y artista plástico Marcel Broodthaers salió al jardín de su casa en la calle de la Pépinière en Bruselas, tomó hojas de papel en blanco, una pluma y un tintero, y se sentó a escribir bajo la lluvia. Creada de forma artificial, el agua, densa y generosa, impidió que la página, empapada, retuviera la tinta. Diluido, borrado, impedido, el texto de Broodthaers se mantuvo siempre en estado de "proyecto". Bajo una lluvia que limpia la palabra de todo significado posible, a este cuestionador nato que fue Broodthaers le basta con 3 minutos para mostrar la condición de Sísifo asociada a todo acto de lenguaje. Dando testimonio del paso de su autor de la poesía a las artes plásticas, con esta acción convierte el texto en objeto plástico y fílmico. En la única frase que consigue fijar en el papel, y aún de forma efímera, se lee: “Projet pour un texte”. Liberado de la imposición del significado, el poeta (y con él el artista), al final deja la pluma y renuncia a la escritura.

OBRAS EN LA COLECCIÓN DE MARCEL BROODTHAERS

DESCUBRE LA EXPOSICIÓN