Nacida en Sarajevo, Maja Bajevic vivió la guerra de la antigua Yugoslavia, que en los años noventa rompió este país balcánico. Desde entonces, el conflicto bélico y la memoria reparadora del arte han centrado buena parte de sus propuestas visuales, como esta acción realizada en colaboración con el artista y cineasta canadiense Emanuel Licha, con quien trabaja a menudo. Bajevic camina sobre un prado verde evocando las estancias de su piso familiar en Sarajevo, ocupado desde la guerra y que, cuando realizó esta acción, aún no había podido recuperar. La artista se desplaza por las distintas habitaciones del piso guiada por el recuerdo: “Me muevo por el prado como si caminase dentro de él: voy de una habitación a otra, describiéndolas y explicando anécdotas. [...] De la misma manera que nosotros habitamos nuestro hogar, él nos habita también a nosotros. Nos identificamos con determinados lugares y estos marcan nuestras vidas. Con las desapariciones de estos lugares, voluntarias o forzadas, nosotros también perdemos todo lo que vivimos en ellos.”

OBRAS EN LA COLECCIÓN DE MAJA BAJEVIC

DESCUBRE LA EXPOSICIÓN