No sabemos cuál es la novela que Dieter Roth convirtió en un mar de chocolate. Era un manuscrito que no se publicó y que este artista, poeta y editor inclasificable transformó en un objeto que fusiona mundos imaginados y momentos de placer. Después de triturar el manuscrito, Roth fue insertando las tiras de palabras escritas en columnas de porciones de chocolate Lindt. Si bien en otras obras había incorporado elementos comestibles como pan, leche, salchichas o especies, cuando se trata de literatura, este heredero del dadaísmo que no distinguía entre arte y vida, eligió el cacao. Desde su primer libro de artista, producido en 1954, Roth se negó a utilizar la tecnología comercial para la producción masiva de libros y entendió cada página como una obra singular donde combinaba texto, imagen y materiales orgánicos en descomposición.

Feliz Sant Jordi de verano.

OBRAS DE DIETER ROTH EN LA COLECCIÓN

DESCUBRE LA EXPOSICIÓN