Imagen nocturna de la Plaça dels Àngels
Foto: Miquel Coll

Hay espacios que nacen y viven asociados a otros. Así como la idea de ciudad se articuló vinculada a la noción de diálogo y de plaza pública, cuando en 1995 se construyó el edificio del MACBA, el equipo del arquitecto Richard Meier tuvo muy claro que una ancha fachada de cristal revocaría la frontera innecesaria entre el dentro y el afuera. Quizás es esto lo que da sentido al museo: su capacidad para generar plaza. Y quien dice plaza, dice debate, diversidad, ciudad y ciudadanías. Las obras que Eduardo Chillida y Jorge Oteiza, en 1998, ubicaron en la Plaça dels Àngels, y el mural que Keith Haring pintó en el Raval cuando visitó Barcelona en 1989 y que, desde 2014, ha sido reproducido junto al MACBA, articulan, también, la idea de plaza. Están siempre, en todo momento y todos los días del año. Como el museo, como la plaza, como la ciudad.

OBRAS EN LA PLAZA

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