Servei Permanent de Resposta a la Premsa, 1974

En junio de 1974, en un contexto de concienciación del sector del arte y mediante un texto que se convertiría en una especie de manifiesto contra la idea burguesa y mercantilista del objeto artístico, Grup de Treball se negó a participar en una exposición en la Galerie des Locataires de Nueva York. A partir de aquí, Grup de Treball decidió pasar a la acción y, en julio de 1974, envió un comunicado, firmado por el Sector dels Plàstics, aludiendo a una conciencia gremial o profesional del artista plástico. El comunicado, que instauraba un Servei Permanent de Resposta a la Premsa, insistía en la inestabilidad profesional de los artistas, el anacronismo de la difusión del arte y el mercantilismo de la crítica. El grupo pretendía articular una plataforma amplia que movilizara al sector. Por otro lado, estaba generando un nuevo tipo de vínculo entre la circulación de información y los textos considerados como a obras de arte.

El Servei Permanent de Resposta a la Premsa escribió diferentes comunicados que envió a la prensa. Los primeros fueron sobre la muestra MAN (Muestra de Arte Nuevo) de 1974 y sobre la instalación de esculturas en las autopistas. El primero iba destinado a diversos diarios y se publicó en el Diario de Barcelona el 10 de julio de 1974. Ese mismo año se había invitado a diferentes artistas a trabajar en torno al tema del modelo de automóvil SEAT 133 en una muestra en la Rambla de Catalunya patrocinada por esta marca y por el Ajuntament y la Diputació de Barcelona. El segundo fue un comunicado enviado a diarios y revistas como respuesta a un artículo publicado en La Vanguardia Española, el 13 de octubre de 1974, sobre la instalación de esculturas en las autopistas catalanas. El comunicado denunciaba que esta no era una manera de acercar el arte a las personas sino que respondía a un uso del arte por parte de las clases burguesas. (Las esculturas se habían seleccionado a partir de un concurso organizado por el Patronato de Autopistas y patrocinado por Autopistas Concesionaria Española S.A. y una entidad bancaria, dentro de un programa denominado Arte en la autopista.) No se publicó en ningún medio. Un nuevo texto se publicó en la revista Wangen número 3, de Estocolmo, en septiembre de 1974. Se volvía a poner de manifiesto la falta de perspectivas, la represión cultural y la inexistente libertad de expresión que se vivía en Cataluña al final del franquismo.

En noviembre de ese mismo año, Grup de Treball envió un nuevo comunicado al sector de los artistas plásticos con el título: “Crida al sector dels plàstics” [Llamamiento al sector de los plásticos], en el que se proponía una organización global del sector artístico. Con un tono cercano al de un texto sindical, reivindicaba una solución a los problemas del artista (como la inestabilidad profesional, la protección laboral o la necesidad de nuevos canales de distribución más cooperativos), cuestionaba el papel de la crítica y proponía el fin de los circuitos al uso como museos y galerías, entre otros puntos.
La coordinación del número 28 de la revista Qüestions d’Art, a finales de 1974, supuso una oportunidad para publicar algunos de los textos y comunicados producidos por Grup de Treball desde sus inicios. En marzo de 1975 se emitió una última carta destinada al sector de los artistas plásticos. La nueva situación política y social, con el fin del franquismo, y las divergencias internas en el grupo marcaron ese año el final de Grup de Treball.