Revista "Qüestions d'Art" núm. 28, 1975

El número presenta colaboraciones individuales y colectivas, una antología de textos y actuaciones de Grup de Treball, un manifiesto en la contracubierta y el proyecto Treball col·lectiu: proposta a la crítica, que consistió en enviar a diversos críticos un conjunto de textos del grupo para que los comentaran y luego publicar las respuestas recibidas. En el manifiesto colectivo de la contracubierta, el grupo reflexiona sobre su evolución y sobre las contradicciones internas entre el colectivo y sus miembros: “El grupo se define, una vez más –en este caso desde la perspectiva que le permiten los rasgos de su práctica actual–, como un grupo heterogéneo y de tendencia ideológica, y hace una clara distinción entre, por un lado, la obra individual de cada uno de sus componentes, así como su actuación individual en diversos niveles y, por otro, la práctica colectiva del grupo (artística, teórica y de incidencia).” Respecto al mote «incidencia», se aclara que está “orientada a la intervención dentro la problemática artística y cultural de nuestro país.”

Además de los diferentes trabajos firmados individualmente, el interés de la revista aumentó porque se reeditaron textos programáticos que el grupo había presentado anteriormente. Algunos de estos, si bien en su momento se firmaron de manera individual, ahora estaban firmados como Grup de Treball. Se publicó el texto que Carles Santos había presentado en Banyoles, “Informació d’Art Concepte 1973 a Banyoles”, firmado ahora por Grup de Treball; una parte del “Document-resposta a Tàpies”, la réplica al debate suscitado por el artículo de Antoni Tàpies en La Vanguardia; y el texto que el grupo presentó en la Sección de Arte de la Cinquena Universitat Catalana d’Estiu de Prada de Conflent, en 1973, “Treball col·lectiu sobre els artistes participants a Documenta 4 (1968) y Documenta 5 (1972) de Kassel”.

Con la acción Treball col·lectiu: proposta a la crítica, la revista Qüestions d’Art apostaba por iniciar un diálogo con la crítica de arte del país. El texto de Prada de Conflent se envió a 36 críticos con la intención de editar las réplicas recibidas. De todas las respuestas, destaca la de Simón Marchán Fiz –uno de los críticos que más abiertamente dialogó con Grup de Treball–, donde defiende que el arte conceptual introducido en el país bajo la influencia anglosajona y el neopositivismo había generado una consciencia muy positiva sobre la situación específica artística, social y política. Sin embargo, también advertía sobre los riesgos de caer en un posicionamiento atrapado en la lucha de clases y la disputa ideológica, traicionando así el purismo de los diferentes conceptualismos originarios.

La coordinación y edición de un número extra de una revista de arte se sitúa en el ámbito de las propuestas de comunicación abierto por el arte conceptual. En otras obras, Grup de Treball utiliza también el envío postal, el envío de textos a los medios de prensa escrita o la inserción de anuncios en páginas de la prensa diaria. Su intervención en Qüestions d’Art se incluye dentro la categoría de obras de “intervención” o “ocupación”.