Le chien jappeur, 1953

En un contexto social marcado por la crisis existencial derivada de los horrores de la Segunda Guerra Mundial, la experimentación matérica europea asumía la imposibilidad de la representación. Es en este contexto que cabe situar la obra de Jean Dubuffet, quien incorporó al arte lógicas socialmente marginales como la del enfermo mental y la de la infancia, mucho más cercanas al arte primitivo y esencial. En Le chien jappeur, la idea de muro adquiere una presencia destacada a partir de una gruesa capa cromática que ocupa casi toda la superficie del lienzo. El artista resuelve el cuadro con acusadas incisiones y gestualidades casi performáticas que le permiten explorar la espontaneidad y el instinto en la creación artística.