Chaplet, 2007

Chaplet es una instalación efímera elaborada con las huellas dactilares del artista. Evocando los controles biométricos de fronteras en un mundo obsesionado por el control de la población, Mircea Cantor sumergió sus dedos en tinta negra para imprimir una línea directamente sobre la pared, añadiéndole, de vez en cuando, una púa. La referencia visual al alambre de espino es inmediata, así como a los desplazamientos humanos masivos impuestos por las leyes feudales de una economía global. Aunque el título de la obra parece aludir a una corona, una guirnalda o un rosario, la disposición de las huellas en el espacio revoca cualquier posibilidad de diálogo. Educado en la Rumanía de la órbita soviética, Cantor no renuncia a repensar, con una estética pobre y gran economía de medios, el mundo de hoy. Como el propio artista ha manifestado en más de una ocasión, se trata de «hablar de poética a través de la política».