Es miembro y portavoz del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona, y lleva 15 años en España. Cuando salió de su país nunca imaginó que se dedicaría a la venta ambulante en Europa, ya que eso no formaba parte de su sueño ni tampoco del de sus compañeros. Su sueño y el de sus compañeros era ser pescador, uno de los trabajos más populares en África, aunque también soñaron con ser mecánicos, cocineros o maestros, entre otros oficios.