
Actividad
Del 14 al 17 de enero de 2020
La imagen pendiente
El ciervo va a beber y en el agua aparece
el reflejo de un tigre.
El ciervo bebe el agua y la imagen. Se vuelve
-antes que lo devoren- (cómplice, fascinado)
igual a su enemigo.
ROSARIO CASTELLANOS, Destino
La violencia es uno de los problemas que definen la actualidad. Lo que antes parecía una realidad de las periferias se convierte en un patrón de socialización que se expande por todo el mundo. Ante su acelerado crecimiento se reproducen doxas que dan respuestas inmediatas, la mayoría repiten un esquema moralista que la reduce a actos de fuerza de personas irracionales, o al mal funcionamiento de las instituciones, o a la falta de desarrollo económico, o a la ausencia de valores, o un largo etcétera que sirve para explicar rápidamente un problema complejo. Por su parte, las investigaciones especializadas no logran establecer pisos comunes para generar explicaciones que permitan entender el papel estratégico que juega la violencia en la definición de las vidas colectivas.
La mayoría de las críticas suelen cegarse ante la dimensión sensible en la que se inscribe el ejercicio de la violencia. La discusión sobre los ejercicios de fuerza que están detrás de las formas de las violencias impide reconocer el papel expresivo que le acompaña. La crítica de la violencia no puede dejar de lado su dimensión estética, como un proceso para analizar los proyectos políticos dentro de los que se inscribe, así como su dimensión histórica. En este seminario se presentarán las bases para un análisis de la dimensión sensible de la violencia como uno de los componentes centrales de su ejercicio en el mundo contemporáneo. El objetivo es entender los fundamentos de su ejecución y los efectos en la vida cotidiana de las formas de la violencia a través del estudio de las formas estéticas que le acompañan.
El eje de trabajo del seminario será la reflexión sobre la dialéctica que se crea ante la posibilidad o imposibilidad de construir imágenes (visuales, sonoras, escritas, performáticas) de la violencia. Para la violencia del siglo XXI hay una imagen pendiente, en al menos en tres grandes sentidos: 1) una imagen que falta para dar cuenta de la complejidad del proceso; 2) una imagen que cuelga y oscila entre el pasmo y el cliché; y 3) una imagen que da cuenta de una disputa por resolverse a favor de la crítica o a favor de las doxas.
La violencia determina nuestro presente, necesitamos reorganizar la crítica para pensar su complejidad y las maneras en las que podemos enfrentarla y superarla.
A cargo de Daniel Inclán, docente en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM e integrante del Observatorio Latinoamericano de Geopolítica.