Jueves, 22 de julio de 2021
Invernomuto y STILL
Simone Bertuzzi y Simone Trabucchi colaboran como Invernomuto desde 2003. Su práctica se centra principalmente en la imagen en movimiento y el sonido, aunque a menudo integran en su trabajo la escultura, la performance y las publicaciones. En esta ocasión proyectaremos Negus, uno de sus ensayos fílmicos en torno al sonido, el colonialismo y la diáspora. Por su parte, Simone Trabucchi, acompañado en esta ocasión por Devon Miles, presenta STILL, un homenaje a la cultura de base popular, con una extravagante e hipnótica mezcla y actualización del dancehall, el dub y la tradición musical jamaicana, que se regocija en el legado del bubbling y sus juegos con el pitch y las velocidades de reproducción.
Negus de Invernomuto
Negus explora la convergencia de la historia, el mito y la magia a través de los complejos y contradictorios legados del último emperador de Etiopía. En Italia, durante el gobierno fascista de Mussolini, Selassie I fue presentado como un demonio negro, lo que justificaba la invasión de Italia a Etiopía. Un momento que convive con el máximo apogeo en Jamaica del rastafarismo, que reivindicaba a Selassie como su Dios vivo y el Cristo negro resucitado. Negus se alimenta del vacío entre estas dos realidades irreconciliables. A todo ello hay que añadirle la doble presencia Lee “Scratch” Perry: que acecha como fantasma espiritual sobre el Arca Negra, su antiguo estudio de grabación en Kingston, que quemó en los años ochenta, y como maestro de una ceremonia ritual de fuego realizada en Italia para reinvocar al espíritu del último emperador de Etiopía.
STILL
Son precisamente estas conexiones entre Italia, Etiopía y Jamaica el punto de partida de STILL, otra de las manifestaciones y devoluciones de las investigaciones artísticas acerca de la música popular de Simone Trabucchi. Acompañado en esta ocasión por el vocalista afroitaliano Devon Miles, se embarcan en esta nueva iteración de su aguda revisión del pasado colonial europeo y homenaje a la cultura de base popular, con una extravagante e hipnótica mezcla y actualización del dancehall, el dub y la tradición musical jamaicana, que se regocija en el legado del bubbling y sus juegos con el pitch y las velocidades de reproducción.