Pelo que une el interior y el exterior de una casa. Ojos que duermen en casitas de aluminio y porcelana. Corazones que cuelgan como guirnaldas. Largas cabelleras y pulseras como coronas. Identidades porosas como tejidos que flotan en el espacio. La obra de la mallorquina Susy Gómez puede entenderse como una potente metáfora de la condición humana específicamente femenina. Elaborada con materiales diversos, muestra su gran capacidad para transformar objetos cotidianos y universales en activadores de sentido. Aislados de todo contexto y en su desnudez icónica, revelan su condición esencial de articuladores de emociones y su capacidad de sugerir temas como la infancia y la memoria, el interior y el exterior, la soledad y el vínculo, la verdad y las apariencias. Con elementos recurrentes como los ojos, la casa o el corazón, el lenguaje directo que logra Susy Gómez con sus volúmenes apela al lugar que ocupa el sujeto en el mundo contemporáneo. “El flujo del amor”, “Soy yo”, “Father Mother”, etc. Os animamos a leer los títulos, que refuerzan el contenido emocional de las propuestas plásticas de una artista que, como ha contado en más de una ocasión, no ha renunciado nunca a su mirada de niña.