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Conexión
remota
Una selección de net.art por Roberta Bosco y Stefano Caldana
En Internet una conexión remota es la que se establece entre dos
terminales, el servidor y el usuario, en este caso entre el proyecto de
la selección y el visitante de la exposición, tanto desde
el museo como desde su casa. Conexión remota alude también
a la relación que, a través del proyecto, se establece entre
el usuario y el artista. Evidentemente cualquier obra puede ser vehículo
de conexión, pero en los proyectos de net.art esta función
resulta primordial. Internet es mucho más que una herramienta productiva,
es un nuevo espacio para la comunicación, la relación, la
reflexión y la acción. Su potencial es enorme, todo depende
del uso que se le da.
Esta selección no responde a una voluntad de monumentalizar el
net.art y menos aún a un intento de objetualizarlo o de convertirlo
en un fetiche: su objetivo es establecer conexiones y abrir un nuevo ámbito
de debate, confrontación y análisis crítico. Además
de atestiguar la cada vez mayor y mejor actividad artística digital,
todos los proyectos seleccionados revelan procesos en los que han intervenido
muchas personas, tratan de intercambio de información, de acción
y reacción, de problemas y situaciones reales que piden una toma
de posición. La preocupación de sus autores no es que se
les considere obras de arte, sino que sean catalizadores de actividad
artística y de respuesta por parte del público, que sirvan
de detonantes y evidenciadores, que faciliten el encuentro y, si hace
falta, también el enfrentamiento.
Algunos proyectos requieren la participación activa del usuario,
otros se desarrollan delante de sus ojos independientemente de su voluntad,
pero todos son interactivos en la medida en que establecen una relación
directa, personal y siempre inédita con el espectador, quien está
invitado a abandonar su actitud pasiva para tomar parte en la dinámica
de la pieza.
Los proyectos de net.art suelen estar pensados para ser disfrutados en
la pantalla del propio ordenador con toda la tranquilidad y el tiempo
necesarios para explorar los numerosos caminos y posibilidades que ofrecen.
Por ello hemos preferido proponerlos al público en tres microespacios
individuales, donde se recrean las condiciones primordiales de la relación
individual y privada con la máquina (con la ventaja de las líneas
rápidas que no todos los internautas tienen en su casa).
A pesar de lo contradictorio que pueda parecer presentar este tipo de
proyectos en el ámbito del museo, pensamos que los centros de arte
contemporáneo tienen un compromiso con el arte digital como lo
tienen con las demás expresiones creativas de relevancia histórica.
Su papel no es convertirlos en estáticos objetos de "museo",
sino abrir espacios donde los proyectos de net.art puedan seguir su evolución.
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